¿Te notas más cansad@ de lo normal? ¿Ese resfriado “sin importancia” lleva dándote la lata un par de semanas? Puede que tengas bajas tus defensas, algo especialmente frecuente durante los meses de invierno y que tiene como consecuencia un peor estado de salud.
¿Quieres saber cómo puedes reforzar tus defensas y sentirte mejor? ¡Toma nota, porque la fortaleza de tus defensas depende mucho de tus hábitos de vida!:
- Mantente hidratad@: el agua nos ayuda a eliminar toxinas, por lo que es importante beber unos 2 litros diarios, si bien esta cantidad dependerá de diversos factores (tu edad, la actividad física que realices o, incluso, lo que comas). Como recomendación general, es bueno beber agua antes de que la sensación de sed llegue a producirse, ya que ésta es señal de una ligera deshidratación.
- Presta atención a las vitaminas que ingieres, especialmente a la A y la C. La vitamina A ayuda a mejorar la inmunidad de nuestra piel, y la C aumenta y fortalece las defensas, además de mejorar los síntomas de gripes y resfriados. ¿En qué alimentos puedes encontrarlas? Cítricos, calabaza, zanahoria, verduras de hoja verde como las espinacas, aloe vera,…
- Come alimentos ricos en antioxidantes, como el selenio, el omega-3 y el zinc. Están presentes, sobre todo, en frutos secos, huevos, pollo y pescados (especialmente, en el salmón, las sardinas y el atún),
- Asegúrate de ingerir las suficientes calorías. Una dieta variada y rica en cereales, frutas, verduras y legumbres, con menor predominancia de proteínas de origen animal, nos aportará los nutrientes que necesitamos. Y recuerda que tan malo para nuestra salud puede ser el exceso como el defecto: ¡se requiere una cantidad mínima de calorías para que nuestro cuerpo pueda rendir como es debido!
- Practica ejercicio a menudo. Actualmente, el sedentarismo se considera el segundo factor de riesgo más importante de una mala salud, por detrás del tabaquismo. Movernos a menudo, practicando ejercicios suaves, como caminar, o de intensidad moderada (como natación, yoga o pilates) puede ser la mejor base para sentirnos bien.
- Evita el azúcar. Tomar azúcar en exceso conlleva una bajada de la actividad del sistema inmune y, además, acarrea otros muchos problemas para la salud. No se trata de suprimirla por completo de nuestra dieta, sino de introducirla de forma natural, con alimentos saludables como la fruta.
- Descansa. La falta de sueño debilita nuestras defensas de forma parecida a como lo pueda hacer el ataque de un virus. Intenta dormir, al menos, entre 6 y 8 horas diarias.
- Cuidado con el tabaco y el alcohol. Está demostrado que dejar de fumar y de tomar alcohol contribuye a la recuperación de una respuesta inmune adecuada. ¡Un motivo más para mantenerlos a raya!
- ¡Piensa en positivo y ríete más a menudo! Las emociones positivas nos ayudan a estar saludables y a que nuestras defensas actúen de una forma más eficaz contra posibles enfermedades, mientras que sentimientos como la tristeza o la angustia hacen todo lo contrario.
Además de todos estos consejos, que puedes llevar a la práctica para ayudar a tus defensas desde el interior, hay un truco muy sencillo que puede prevenir muchas enfermedades desde el exterior: ¡recuerda lavarte las manos a menudo! Especialmente, cuando hayas estado en contacto con alguien enfermo, o cuando toques superficies muy manoseadas por otras personas: pomos, pasamanos, timbres, interruptores,…
¿Conoces otros trucos para fortalecer tu sistema inmune? ¡Nos encantará que los compartas en los comentarios!